domingo, 28 de diciembre de 2014

ECLIPSADA


Desde que presencié la escena, algo del fenómeno natural tan majestuoso que se representó ante mis ojos, quedó incrustado en mi interior.

"Estás eclipsada", me decían una y otra vez, y tengo que darles la razón.

De mí no ven más que un contorno perfecto en las curvas, a ratos dejo salir un rayito de luz, que aporta claridad, calor, que invita a acercarte durante un instante, que puede ser breve o largo, pero eso sí, ¡sin tocar hondo, qué duele, por favor!.

Los adultos no son conscientes de que debajo de la sombra que me tapa existe un centro que hace el trabajo de corazón, que siente, quizá demasiado, quizá equivocado, pero late con fuerza provocando tsunamis que arrasan todo mi yo, dejando a temporadas zonas desérticas o llenas de cadáveres en descomposición. Pero que con el paso de los años, habiendo replantado y reconstruido, brilla más que nunca, luce limpio como una patena, huele a vida, a pan reciente, a vacaciones, a petardos en una mochila.

La luna que me tapa es muy pesada y muy peligrosa. Quien ha intentado apartarla se ha cortado las manos con sus bordes afilados, se ha provocado una lesión de espalda al intentar sujetarla, ha picado la piedra durante horas para conseguir un agujerito insignificante que no ha conseguido ni cambiar la expresión de su rostro rígido y frío.

Y mientras tanto detrás estoy yo, con ganas de que alguien logre traspasar la barrera, se muestre valiente y consiga ver más allá del contorno de mi cuerpo, que soporte la claridad que le aportaré a sus ojos, tanta y tan blanca que cambiará su forma de ver la vida, posiblemente, con una visión más amplia, gracias a la distancia en la que vivo, y seguramente, más tolerante, porque vivir rodeada de fuego, aislada y sin compañía, ha hecho del respeto por el prójimo mi objetivo en la vida.






lunes, 15 de diciembre de 2014

DIVERSIÓN



Mis neuronas se han vestido con un traje de flamenca que estiliza de una manera asombrosa su axón, zapatos de tacón y pendientes de gitana, están taconeando dentro de mi cerebro y esto provoca que mis manos tengan movimientos espasmódicos que desembocan en creación.

Pinto, escribo, creo, doy forma, coloreo. Enseño, comparto, sueño, vivo, a menudo lloro, a mayores río.

Debe ser que por ahí arriba se montan unas Nocheviejas Universitarias muy de vez en cuando, que bailan congas, tiran petardos, actúan dj´s famosos o montan botellón.

A veces las letras brillan y resplandecen, otras se muestran apagadas o con moho, los cuadros más sencillos proyectan deseos anhelados, los divertidos se pintan con mucho color. Los conocimientos se comparten, los sueños...alguien dijo alguna vez, que sueños son.
Los lloros están provocados por la capacidad tan exagerada que tengo para las emociones, las risas salen sin buscarlas cuando alguien consigue captar toda mi atención.

Sea como sea, defiendo y practico la diversión, ya habrá tiempo para el descanso, ahora toca baile en parejas pero yo... prefiero el rock and roll.


domingo, 7 de diciembre de 2014

MI GUÍA



Aquella tarde tapé mis ojos, decidí dejarme llevar, necesitaba sentir, dejar atrás todo lo que nos acobarda o nos pone delante algún tipo de limitación moral o ética.

Lo cumplí, al instante choqué con alguien que me frenó con mucha suavidad antes de que mi cabeza impactara en su pecho. Posiblemente, si esto hubiera ocurrido, él no habría vuelto a ser el mismo, cientos y cientos de pequeños rasgos de mi personalidad lo hubieran abordado. Cada mañana al despertar desde entonces habría notado una ligera transformación: de repente sus gustos serían los míos, sus lugares de ocio mis espacios, su paladar, exquisito, como este que yo llevo conmigo.

Pero me frenó y después de preguntar el por qué, decidió acompañarme por el tortuoso camino que me quedaba aún por recorrer.

El trayecto es largo, a día de hoy estamos todavía a mitad de etapa, ha habido noches tormentosas en las que sus brazos me protegían, días soleados que aprovechamos para tomar el sol, reflexiones a media tarde que no nos llevaron a encontrar la respuesta, intentos de abandono después de aguantar mis sollozos y mi desazón.

Curiosamente desde hace unos días, nuevos caminantes se han unido a nosotros dos, los que llevan los ojos tapados se han juntado conmigo y entienden mis pesares y mis desvelos y él va abriendo camino unos pasos por delante con el resto del grupo aprovechando el despliegue de toda su visión.

No puedo dejar de sentir que nuestros caminos se bifurcarán llegados a un punto, me entristece no conocer su exterior, quizá lo mejor de todo sea que aún en la distancia noto como si de vez en cuando girara su cabeza para comprobar que sigo detrás, que voy por el camino correcto, pero dejándome espacio para respirar...

...entonces yo le sonrío y llego a la conclusión de que hoy por hoy puedo afirmar que seguiré su rastro hasta que mis oídos dejen de oír el sonido de sus pasos cuando avanzan por el camino componiendo la melodía que servirá para crear una nueva canción.