jueves, 12 de octubre de 2017

¡ACHÍS!

De la red
Estoy aquí, sentada al sol, mirando directamente a los ojos de nadie.

Hasta el eco se fue, ni siquiera el zumbido de las abejas fabricando miel obtienen sonido de vuelta en esta, mi naturaleza. La tierra huele a piel, sus poros son mis huellas, los caminos pronunciados las cicatrices de mi vida, de la tuya y de la nuestra. 

Recorro una y otra vez mentalmente el guión de esta historia, considero que había un exceso de puntos y comas, demasiados personajes secundarios y silencios prolongados entre escena y escena. El éxito de la obra estaba no garantizado desde el minuto uno, pero aún así la produje hasta quedarme literalmente exhausta y seca.

Por eso ahora necesito sentarme al lado de estas margaritas nuevas, porque al ver crecer sus pétalos crecen mis creencias, porque al tocar sus tallos verdes me contagian su dureza y porque al soltar el polen en primavera estornudo una a una todas mis pesadillas y con ellas mis problemas.