miércoles, 13 de junio de 2012

VIVENCIAS

Si fuera pequeñita, esperaría sentada con las piernas colgando en un simple bordillo a que llegara una fuerte ráfaga de viento y deshiciera el "molinillo" silvestre que tengo enfrente.


Rápidamente pegaría un salto y frotándome las manos para inyectar energía, me agarraría al  remolino más grande, tupido y brillante.


Soplaría y soplaría para alcanzar altura, giraría, me llorarían los ojos, comería partículas sin nombre, rozaría plumas de pájaros antes inalcanzables, tendría frío, tendría calor, notaría el cansancio en mis brazos, pero echaría el aliento durante unos segundos en las manos y volvería a empezar.


Pilotaría con arte y destreza, con mis gafas de aviadora obtendría una visión especial para diferenciar áreas limpias y áreas peligrosas.


Por la noche recogería las piernas, me haría un ocho y soñaría que vuelo, soñaría que vuelvo, soñaría que vuelvo volando, sentiría que aterrizo y que mis zancos se rompen, recogería los restos y me haría un hoguera, aprovecharía la luz para dibujar un plano, donde señalaría con círculos las zonas bonitas y con cruces las "mejor no las veo".


Y formaría de este modo el mapa de mi mundo, con parcelas de azúcar, fronteras de crocanti, personas de tocino y animales sin pelo, nubes de humo, humo de fuego, árboles con hojas de menta y pomelo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Espero que en ese mundo de personas de tocino, al menos sean de categoría 5J y con denominación de origen

Cuanto se puede echar de menos las vivencias, que al fin y al cabo, como la propia palabra indican , son las que te hacen vivir...y nos perdemos en grandes eventos

Muy chuli...se necesita pasaporte para residir en ese mundo ?

Oscar

Ingrid Dietrich dijo...

Onírica evocación hacia la niñez... Bonito viaje :-)

María dijo...

Óscar: visado y permiso de trabajo aceptado.

Ingrid: espero haberlo conseguido.

Besosss