miércoles, 22 de enero de 2014

ALEATORIEDAD

Si me piden que elija al azar un sitio donde sentarme a charlar con un desconocido escogería el número 107.

El desconocido me daría la mano para presentarse cortésmente, la fuerza del apretón y el contacto con su piel me produciría un agradable escalofrío, diría su nombre y su voz me resultaría curiosa por mostrar seguridad entre tanto nervio escondido.

Dejaría que hablara y hablara para intentar vislumbrar mientras tanto rasgos del niño que lleva dentro, ese niño que sólo se deja ver por las noches, en la cama, cuando un abrazo desnuda el alma, al hombre, al padre, al hijo.

Con sus palabras formaría hebras de lana con las que tejería una bufanda para anudar al cuello, para llevarla encima y tratarla con mucho mimo durante todo el invierno. Lavarla a mano, retocar los puntos y hacerle una puesta a punto durante el verano siguiente, releer los versos y los párrafos y sonreír al recordar lo bonito del recuerdo.

Fuera como fueran las cosas ese día me quedaría con lo esencial y lo bueno: esa mirada, ese detalle, la delicadeza que muestra cuando se trata de lo mío, lo que calla, lo que anhela, los proyectos, los amigos.

Prepararía con mis propias manos ciento siete pasteles de crema, los repartiría por el barrio y así dejaría claro que un número aleatorio muchas veces, tiene significado si lo sabes ver desde otra perspectiva.





4 comentarios:

Noelplebeyo dijo...

y para muestra

un blog

Misterio dijo...

Y tiene su misterio...

Me ha gustado mucho.

Muchos besos

María dijo...

A ver quién dice lo contrario.

Beso

María dijo...

Mucho misterio...

Me gusta que te guste, todo un orgullo para esta humilde caja de palabras muchas veces, sin sentido.

Besos