jueves, 20 de febrero de 2014

¿AMOR?

Rozo tu piel y arde, me transmites calambrazos de pasión, nuestro mundo se reduce a unos centímetros cuadrados, solos, tú y yo.

Pasa el tiempo y el espacio se amplía, de centímetros a metros, donde caben otros "tus" y otros "yos", algunos intentarán lanzar su garra, separar nuestras manos, ponerse delante y actuar con intención. Si los cimientos son firmes y fuertes, nada podrá desviar la atención.

Con los años son kilómetros lo que nos separa a los dos, caminar uno hacia el otro cada día puede ser cansado, pero el encuentro te aporta una calma y una protección, que se hace indispensable recorrerlo para que descanse el corazón.

Mirarte y ver tu interior, confiar en tus palabras y decirte lo que siento sin vergüenza ni pudor, convertirnos en mejores personas simplemente por estar el uno con el otro, independientemente de lo que suceda alrededor.

Amar es un cúmulo de actos que pocas personas están dispuestas a organizar, nos conformamos con sucedáneos de marca blanca y pensamos que no hay nada mejor. Sólo para los valientes y los que arriesgan queda lo exclusivo, eso que se siente, que se respira, que te hace feliz tan sólo por vivirlo, lo que pocos conocen y lo llevan a escondidas, para que no entre moho ni humedades, ni se estropee lo que está escrito a mano y con tinta.


jueves, 13 de febrero de 2014

MI ESTRELLA

Una noche cualquiera cogeré una pértiga y saltaré cerrando los ojos, no pararé hasta alcanzar la altura perfecta y engancharme con la punta de los dedos a una estrella aleatoria que flote en el universo.

Recorreré a pie todos sus rincones, palparé los recovecos, descalzaré mis pies para sentir el polvo cósmico pasar entre los dedos, una vez que haya comprobado que no hay nadie escondido, me sentaré en un hueco con forma de silla que habré construido sin esfuerzo.

Y así, habiendo cogido distancia, observaré tus dudas y mis miedos, oigo latir mi corazón y el eco devuelve un sonido extraño y complejo, no soy capaz de descifrar el encriptado mensaje que me transmite, te lo envío por carta, sin cartero y no abres la puerta cuando el timbre suena, no quieres tener de mí nada más que recuerdos.

De repente miro a mi derecha y allí, a lo lejos, observo como hay cientos de estrellas ocupadas con sus dueños, intentando cargar de energía a esos desfallecidos cuerpos y es que la luz que emanan estas masas luminosas allá en el cielo transmite vida, ilusión, consuelo, son capaces de darlo todo y apagarse cual cerilla, sin con eso han conseguido que vuelvas a sentirte viva.

Para ello hay que pasar un tiempo aislada del mundo, dormir por el día con las gafas de sol puestas, estirarse con cuidado al despertar sin alarmas, comer migajas de restos que alimentan sin esfuerzo, limpiar la "casa" de rodillas para que quede perfecto, pero sobre todo lo que más cuesta, que es sentarte y en silencio, decirte lo que es verdad y escucharlo sin complejos.


miércoles, 5 de febrero de 2014

BARRANCO

Cuando una brecha se abre en tu corazón, cuando sientes que aún dándolo todo la otra persona se aleja y no puedes hacer nada por alcanzarla, cuando percibes que la oportunidad se acabó, que algo murió, duele.

Te arrancan un pedacito de ti y se lo llevan en el bolsillo, empaquetan los momentos vividos y los tiran en el trastero donde comenzarán a arrinconarse debajo de las patas de una mesa vieja.

Mientras tanto hay que empezar a aprender a vivir de nuevo, acostumbrarte a la soledad, borrar los proyectos, reeducar las charlas y los términos, elegir bien a la gente y diferenciar la verdad de la farsa, de los que pasaban por ahí y se quedaron a los que aprovechan el momento y desaparecen disimulando.

Lo bueno y lo positivo, es que aprendes una nueva lección de las importantes y magistrales, así cuando la vida se te pone boca abajo tu echas mano de tus recursos y sabes con certeza qué tienes que hacer para levantar la cabeza, coger aire y seguir respirando.

miércoles, 29 de enero de 2014

MAGIA

Estaba yo tumbada, navegando entre realidad y sueño, cuando un hada madrina levitando apareció frente a mí.

Vestía raro, una mezcla entre look hippie, pues una rasta asomaba entre su cabello y estilo casual por sus zapatillas planas, que contrastaban con un vestido de princesa con volantes y lacitos deshechos adrede.

Tuve que frotarme los ojos para cerciorarme de que lo que veía era verdad, su vuelo no era estático y por momentos tuve la sensación de estar a la deriva en medio del mar.

Sacó su varita mágica de la mochila que llevaba a la espalda y la sacudió para quitarle el polvo que había acumulado estando allí guardada. 

Como si de una conversación de whatsapp se tratara, comenzó a bombardearme con mensajes cortos que captaron de inmediato mi atención:

1. Soy tu hada madrina
2. Te concedo tres deseos
3. Cuando desaparezca no recordarás nada de esto

Y resulta que sólo recuerdo su desaparición, porque fue un hecho de esos que son únicos en la vida, de los que mientras lo estás viviendo no lo crees, con el que sientes una tranquilidad y una seguridad infinita porque estás convencida de que a partir de ese momento todo depende única y exclusivamente de lo que tú hagas o digas.

¿Qué pedí? No lo recuerdo, pero supongo que se cumplirán o es posible que sin saberlo, ya se estén cumpliendo.



domingo, 26 de enero de 2014

PINTANDO

Los colores alegran, los colores alimentan, iluminan las miradas y modifican los sueños, hacen que las pesadillas giren de lleno el argumento y lo que comenzó siendo feo y gris, acaba siendo guapo y todos contentos.

Necesito una dosis de caballo de color rojo y morado, rojo para pintarme el cuerpo y morado para cubrir el cabello. Así cambiaría mi aspecto y podría pasar por otra persona, una de esas que acatan órdenes sin rechistar, que viven sin cometer actos inmorales o pecados, que agachan la cabeza cuando las miran, que responden que sí para complacer al dueño.

Rotundamente imperfecta, así me denomino, reconozco que mis días son de colores diversos: hoy azul cielo si un mensaje me calma, ayer negro por tener que ver unos ojos que no me los creo, mañana verde si la clorofila logra hacer su trabajo, antes de ayer fue gris niebla porque no veía más allá sin hacer un gran esfuerzo.

Y mi duda hoy por hoy sigue siendo compleja: ¿decoloro lo que es nuevo o pinto a brochazos lo que está desgastado por el tiempo?


miércoles, 22 de enero de 2014

ALEATORIEDAD

Si me piden que elija al azar un sitio donde sentarme a charlar con un desconocido escogería el número 107.

El desconocido me daría la mano para presentarse cortésmente, la fuerza del apretón y el contacto con su piel me produciría un agradable escalofrío, diría su nombre y su voz me resultaría curiosa por mostrar seguridad entre tanto nervio escondido.

Dejaría que hablara y hablara para intentar vislumbrar mientras tanto rasgos del niño que lleva dentro, ese niño que sólo se deja ver por las noches, en la cama, cuando un abrazo desnuda el alma, al hombre, al padre, al hijo.

Con sus palabras formaría hebras de lana con las que tejería una bufanda para anudar al cuello, para llevarla encima y tratarla con mucho mimo durante todo el invierno. Lavarla a mano, retocar los puntos y hacerle una puesta a punto durante el verano siguiente, releer los versos y los párrafos y sonreír al recordar lo bonito del recuerdo.

Fuera como fueran las cosas ese día me quedaría con lo esencial y lo bueno: esa mirada, ese detalle, la delicadeza que muestra cuando se trata de lo mío, lo que calla, lo que anhela, los proyectos, los amigos.

Prepararía con mis propias manos ciento siete pasteles de crema, los repartiría por el barrio y así dejaría claro que un número aleatorio muchas veces, tiene significado si lo sabes ver desde otra perspectiva.





sábado, 18 de enero de 2014

LA BELLEZA DE LO SIMPLE

Un alma tierna cierto día descubrió este paraje, la naturaleza en estado puro le brindó la ocasión de dejar a un lado los problemas y quebraderos de cabeza diarios y consiguió a base de esfuerzo diferenciar lo real de lo ficticio.

El silencio que encontró allí gritaba a voces su nombre, el agua helada susurraba apellidos, el eco de sus palabras respondía a sus preguntas con acertada precisión.

Y es que somos eso, parte del mundo, de esa pequeña porción que a veces cuesta encontrar entre tanto asfalto y tanto ladrillo.

Deseo pisar tierra, tocar nieve, oler a pino, encontrarme con osos pardos, correr montaña abajo y comer setas que recogí por el camino, beber agua pura, pescar pececillos, darte la mano si me canso y hacer así más agradable el camino.

Compartir el calor del fuego de la hoguera, quitar leña o echarla, según venga el viento, cálido o frío, desprendernos de la ropa y dar paso a lo íntimo, a poner sobre la mesa nuestra verdad sin añadir colorantes o aditivos.

Respirar a pleno pulmón y cargar una buena dosis de oxígeno, dosificarlo durante semanas o meses, para hacer más llevadero el tortuoso paseo que me espera a pesar de ser un trayecto que me tiene preparado el destino.