miércoles, 23 de julio de 2008

¿Cuánto vales?



Varios comentarios de mi anterior post han hecho posible esta nueva entrada.

Todos tenemos algún amigo/amiga que rondando la treintena decide separarse, dejarse o cambiar de aires. Y es cierto que de repente te cuesta reconocer a la persona a quien hasta ese momento creías conocer a la perfección. De la noche a la mañana nuevo look, desprenden energía a raudales, no se puede seguir su ritmo, las conversaciones pasan a ser monotemáticas: mmm, ¿estará soltero?, mmm, tiene un buen trabajo, mmm, voy a por él, mmm, si no está soltero me da igual, que deje a su mujer...

Quisiera yo saber si algún doctor o eminencia en medicina ha descrito algún tipo de síndrome que incluya todos los síntomas que presentan los desparejados a cierta edad. Debe haber una explicación científica a tanta coincidencia.

Lo peor, que por miedo a la soledad, a que el tiempo pase o a asegurarse un futuro, alguien sea capaz de conquistar a otro sin sentir algo más que interés. Así está el patio.

Todavía hay mucha gente con la idea de que existe el príncipe azul, o la princesa rosa, con la certeza de que encontrará al hombre o a la mujer perfectos, y al buscar, probar, rebuscar, reprobar, rerebuscar, rereprobar, echan de menos lo que tenían en casa, que no resultó ser más que lo que queda después de años de convivencia: mucho cariño, un amor más relajado, una pizca de rutina, confianza, respeto, y si se trabaja, también pasión. En definitiva: paz.

Yo esa sensación no la cambio por nada, ahora, cierto es que nadie está libre de que el síndrome nos afecte alguna vez en la vida.

8 comentarios:

Al Neri dijo...

Yo sólo creo que hay que intentar llevar cada edad y cada situación personal con la máxima dignidad posible. Cada etapa tiene sus formas de divertirse y de relacionarse. Puedo entender que dos personas que se conocen a los 36 años no se anden con los mismos rodeos, ni prolonguen 5 años el noviazgo si nada les impide casarse. Pero lo que salta de ojo es que a estas edades se vaya por los bares de copas entrando a las chicas o coqueteando como quinceañeros; que el ocio siga basándose en la bebida y en las discotecas; que se esté con unos/as y con otro/as en una espiral de promiscuidad adolescente, dañándose a uno mismo y a los demás.

Algo que yo he observado en los grupos de solteros es la frecuencia con la que gente nada afín, que nunca hubiera congeniado hace 8 años, termina saliendo junta "por eliminación", por no quedarse en casa los findes. Los que tienen pareja tienden a alejarse de los grupos grandes o sólo se sirven de ellos "a la carta", según les interesa, pero los "singles" van quedándose deslabazados y al final un grupo de treintañeros solteros que salen juntos de noche suele estar formado no por personas que se caen bien, sino por aquéllos que quedaron sueltos tras los noviazgos y bodas de la mayoría, y muchas veces tienen que hacer migas a la fuerza. A veces estas pandas son "fusiones" forzadas de varios mini-grupos de "singles", "abandonados a su suerte" por parejas de novios y matrimonios. A mí estas relaciones interesadas me producen bastante pena, aunque también hay muchos intereses en las parejas.

Otra cosa que me llama la atención es la tendencia extrema que hay en cuanto a buscar pareja. Los trintañeros solos se vuelven o muy flexibles (se agarran a un clavo ardiendo por evitar la soledad) o muy exigentes ("yo a mi edad ya tengo muchas manías y ya no aguanto tonterías", "sigo buscando mi príncipe/princesa azul", o "ahora que yo tengo un nivel/ o ya que no lo tengo... no me voy a ir con un pobretón/na...)

En todo caso me parece que los intereses económicos y el egoísmo suelen dispararse hasta llegar a lo patético y muchas parejas firman una especie de "contrato de no soledad" sin implicaciones afectivas, sin compartir nada, ni construir nada.

(Perdón por el rollo)

Anónimo dijo...

yo no he llegado a la etapa de separación post-boda porque aún no tengo los 30 y ahora están (estamos?) en la fase "bodas" (Yo no claro...)

El caso es que no sé que será más adelante, pero yo no creo o no veo a mi alrededor relaciones por interés, quizá es que mi mundo es pequeño y no miro más, pero yo creo que quienes están juntos es porque quieren, aunque no dudo que quizá también tengan parte de miedo del después.

Lo que me parece deplorable es que haya quienes están con otra persona por interés (económico o social por ejemplo...) me parece lo peor.

Un besito

arMi arMa dijo...

Todo tiene unas fases, todo pasapor unas etapas, la pareja, claro, no iva a ser menos. La pasión no dura eternamente, pero en lo que desemboca la pasión no lo encuentras con el primero sque pasa, la confianza, el respeto y el cariño valen mucho mas que los revolcones a media tarde con un desconocido (cuando digo desconocido me refiero a esa falta de conocimiento al que se llega con los años)

Yo pienso como tú.

Un beso

Anónimo dijo...

la pareja siempre ha estado corrupta. Antes el adulterio era delito y el divorcio no estaba permitido, la gente aguantaba por obligación del Estado.

Ahora hoy día hay demasiadas chorradas en la cabeza que solo sirven para alimentar nuestro egoismo y la gente olvida que, en el caso de la pareja, el egoísmo hay que dejarlo en casa.

Yo he sufrido en mis carnes que una persona aguante un año entero conmigo por estabilidad mientras estaba con otro. Hay cosas que no valen, mejor solo que mal acompañado.

Quien no te quiera, que se muera XD

Ingrid Dietrich dijo...

A la que fue mi mejor amiga durante más de quince años, le ocurrió pero de forma inversa, es decir se vio en la treintena, le dió una especie de depresión por no tener novio, y al primero que le hizo caso se aferro cual clavo ardiendo. Había en ella tal inseguridad por perderle, que viviendo a sólo 100 metros de mí sólo tomé café un par de veces conmigo en dos años, sólo me llamaba cuando él veía fútbol ó dormía sin respetar mis horarios de sueño ó trabajo. De repente una persona que flipaba yendo a la playa no la pisaba, porque a él no le gustaba, una persona que odiaba la semana santa se convirtió en forofa de los pasos. Le presionó a él de tal manera que se ha casado con ella por pesada, nunca tuvo una declaración sincera de amor por parte de él y la fecha de boda la concretaron porque lo llevó a rastras a una iglesia a preguntar por fechas y habiendo una libre en pocos meses el cura dió por sentado su mútuo interés y les apuntó... A mí me perdió en el camino, ya no reconozco a esa persona en nada, ni ella misma se reconoce. Todos los que la conocemos sabemos que su verdadero yo que es de un carácter descomunal, reprimido ante él saldrá un día de estos y será el principio del fin de su autohistoria de "Amor al amor". Me cuentan que su monotema de conversación es el día de su boda y hace ya cuatro meses, y achicharra a toda la pandilla para ponerles tres videos de boda y enseñarles 1500 fotos en las que ninguno de sus amigos de siempre sale, lo que todos consideran una tortura china. El caso opuesto, aquellos que se separan y salen como los Mihura a la plaza, suele durar poco, cuando ven lo que hay en la calle suelen retomar como bien dices las antiguas historias ó buscan algo de sosiego y paz... En fin, ¿somos nosotros siempre ó somos nosotros y nuestras circunstancias?

María dijo...

Al neri: te agradezco el "rollo", tenemos puntos de vista y por lo que leo, experiencias parecidas en este tipo de situaciones. Esperemos que nunca formemos parte de ese grupo y sean otros los que nos miren desde ese ángulo.
Un besote.

Alba: Ojalá nunca lo vivas, como tú dices estás en la etapa bodas, en 10 años tristemente habrán cambiado las cosas. Disfruta el momento. Te extrañamos.

Ira: coincidimos y lo dicho, que nunca estemos al otro lado.
Besos.

Elrayan: upsss, tema delicado, ahora te entiendo mejor.
De esas personas cuanto más lejos mejor. Ya reirás tú.
Un besote y muchos ánimos.

Pantera rosa con nube: triste, cutre, no sé como calificarlo. Y sí, yo también tengo cerca unas cuantas personas en una situación parecida. Años después de la boda desprenden un halo de infelicidad que pone los pelos de punta ¡qué pensarían encontrar si se agarran al primero que pasa!
Besos.

Anónimo dijo...

es el sindrome de los 30...
a los 40 los hombres pasan por la crisis de la edad media...
son etapas...que hay que vivir y quemar...

y si se quema con la llama de la pasión...aun mejor!

cuidese...

María dijo...

The strange: ya le pusimos nombre entonces, je, je. Que nos pillen confesados!!

Me cuidaré. Un saludo.