domingo, 9 de septiembre de 2012

CARAS


Como en una cinta de cassette, donde la cara A es la primera que se muestra cuando abres la caja y la B siempre está debajo, a oscuras, escondida...

Los mayores éxitos, lo más escuchado, lo rebobinado una y otra vez, siempre presente. Lo compuesto para rellenar, para ocupar un espacio, lo pocas veces usado, allí, olvidado.

Los que consideran que lo bueno es lo que abunda, lo que me inculcó el cura Don Ramón, lo que te aporta dinero, aún a base de explotar, de costar sangre y sudor. Los que no han visto más allá que su cara en el espejo y creen saberlo todo, juzgan tu actuar, tus decisiones y se quedan tan panchos al defender su alter ego: aquí soy simpática, allí arpía, ahora me toca el papel de amiga íntima y después te pongo la zancadilla.

Y entonces damos la vuelta a la cinta, y ahí hay personalidades alternativas, que valoran los minutos, a las personas, que necesitan espacio, que buscan aislarse del mundo de vez en cuando y les urge ver la verdad de frente para entender un poquito esta vida.

Los primeros no entienden a los segundos y se limitan a calificarte y ponerte un sello. Los segundos escuchan y se cercioran con ello, que ser la oveja negra no es malo, o un pecado, o no ser "lo correcto", que el placer de ir por otro camino lo saben tan sólo ellos y que obtener ese tipo de marcas se convierte, al venir de parte de quien viene, en piropos, en halagos y así, todos contentos.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

poco más que añadir. Siempre hay canciones en la cara B que te parecen las mejores

Oscar

Ingrid Dietrich dijo...

Dicen que sentir que no se "encaja" en el mundo es un buen síntoma, de que vas encaminándote hacia la iluminación.... Desde luego, luz das, blanca, brillante, pura, infinita...

María dijo...

Oscar: es cierto, aunque se le den pocas oportunidades

Ingrid: y lo que se pierden los que evitan ese sufrimiento...

Besoss