jueves, 4 de octubre de 2012

DESTELLOS


De repente se abre un agujerito en el cielo y brota luz, dirigida hacia mi persona, hacia mi entorno, hacia mi salón comedor.

Sin saber cómo, se cuela dentro de mi cuerpo, de mi mente, ahora enfoco la vista y lo veo todo de color rosa, rosa chicle, rosa palo, me da la impresión de que todo a mi alrededor es un gran algodón de azúcar y que, en cuanto me apetezca, puedo hincarle el diente y disfrutar.

Intento andar y no puedo posar los pies en el suelo, levito suavemente sobre el cielo de nubes que forma ahora mi pequeña parcela de vida.

Imagino que bailo, que ejecuto los pasos más perfectos que se puedan ejecutar, me agarro a unas manos desconocidas que me llevan hasta el objetivo y una vez allí, me impulsan para que entre sola y me enfrente al miedo con una sonrisa y con el cambio de actitud necesario para afrontar lo que está por llegar.

Cien por cien felicidad, no tiene otro nombre.


3 comentarios:

Unknown dijo...

buen camino, además de bello si vas por el cielo

Unknown dijo...

buen camino, además de bello si vas por el cielo

María dijo...

Intentaremos pasar una larga temporada por esos parajes.

Un beso