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jueves, 17 de marzo de 2011

UNA MÁS


Muchas veces ya he tenido esta sensación. Mil ocasiones en las que hay que recoger los pedacitos que se van cayendo de ti mismo según andas, y que han llegado a acumularse en un montón que llama la atención de los demás, por no ser capaz de dar un paso más.
Quiero quedarme quieta. Quiero no existir. Quiero no ser yo. Quiero diluirme lentamente, sin dolor, dejándome llevar hasta ese estado de desconexión total en el que ni sienta ni padezca. ¿Es posible?
Me duelen los dedos por los cortes de los trozos afilados que intento una y otra vez recomponer en alguna parte de mi cuerpo, empujo con fuerza, los coloco a conciencia. Pero tras unos días y a causa del movimiento, van asomándose, provocándome, haciendo que no olvide...
Me duele la espalda por cargar con tanta basura, por no saber elegir lo que me sirve y lo que no, necesito hacer limpieza, de esas con mascarilla, no siendo que se me meta algo por la nariz y me provoque un estornudo.
Me duele el alma, si es que es posible, pero así lo siento. Me enfado contigo, conmigo y con el más allá.
Una más, y yo, no soy capaz de dar un paso adelante.


jueves, 24 de febrero de 2011

Germinar


Visto desde fuera, se aprecia frágil, acuoso, delicado...
Busca un lugar donde formarse, crecer, componerse. ¿Existirá?
La sencillez con la que llegamos al mundo, la complejidad para irnos. Podría resumirse en esos dos momentos la historia de cada uno: cómo se llega, que pasó para irte así.
Creí tocar la pata más larga de la F de Felicidad, el semicírculo formado en la P de Posibilidad, tenté la suave curva de la O de Oportunidad, una vez más, me estanco en la D ¿Decepción? ¿Destino? ¿Duelo? ¿Dolor?
Sentir vida, sentir latir, sentir energía, sentir y sentir... ya está bien de poner trabas, me toca SENTIR.

jueves, 6 de enero de 2011

UNO


A menudo el vacío ocupa tu lugar, a menudo la distancia se interpone entre los dos.
Estoy aprendiendo a vivir en soledad y me asusta comprobar que le estoy cogiendo el gusto.
Miro al exterior desde la ventana más recóndita del edificio, ésa de la que casi nadie ha oído hablar, esa a la que se llega después de haber subido unas empinadas escaleras y de haber esquivado mil y un trastos viejos que se distribuyen por el suelo en un caos tan organizado, que da que pensar que tiene que haber una respuesta a tal repartición.
Sí, sé que no es agradable el camino hasta llegar a la pequeña abertura rectangular que se dibuja allá al fondo, pero las vistas, uff, lo poco que se ve es de tal belleza, de tal magnitud, que tus ojos sentirán adicción, una adicción que te obligará a volver una y otra vez.
Idealizo el momento en el que seamos dos, o tres o mil, en el que demos patadas exageradas a todo lo que impide nuestro libre movimiento, en el que escarbemos con las uñas un poquito cada día para hacer más grande el espacio por el que mirar, en el que cuando nuestras miradas se crucen veamos, únicamente, lo más bello los unos de los otros.

martes, 16 de febrero de 2010

OSCURIDAD


Hay que ver la pereza que tengo incrustada dentro de mí, ni abrir los ojos deseo.


Una de estas épocas que me visitan muy de vez en cuando. Me consuela saber que cuando salga el sol la coraza será aún más sólida y tendré historias que contar.


Mientras tanto no escribo, sólo leo.


sábado, 16 de mayo de 2009

SUPER ándonos


Músculos desarrollados como cualquier adicto al gimnasio, no es de extrañar, pues vuelvo de cargar con una piedra bastante gordota y cuesta arriba, con lo que eso supone.
Me veo andando por una calle estrecha, oscura, en una noche desapacible. En los edificios que se levantan a los lados algunas ventanas dejan ver algo de luz, joeee, parezco Zafón, lo dejo aquí...
La vida es bonita para algunos, mejor para otros, a veces te preguntas donde están las mariposas, el sol o ese olor que te hacían disfrutar tanto de nada, sacar de donde no hay, debo tener un compartimento especial en mi cerebro que dosifica por miligramos su efecto, el peligro está cuando la frustración es tan grande y las dosis siguen siendo las mismas, entonces como cualquier adicto buscas dentro o fuera, cerca o lejos, algo que te calme.
Mmmm, qué peligrosas esas etapas de no sé quién soy, adónde voy, ¿qué quiero?, ¿por qué estoy aquí? O se mantienen los pies en la tierra, aunque no te sientas realmente ahí o se corre el peligro de elevarte por los cielos, subir, traspasar la atmósfera y quedarte girando alrededor de la Tierra observando la vida de los demás y encima creyéndote con el derecho de opinar y juzgar.
He reatado a mi tobillo una gran pesa invisible que me mantenga pegada al suelo, además le daré un uso extra y trabajaré mi cuerpo para ponerme fuertota y ser capaz de sobrellevar lo más correctamente lo que me/nos viene por delante.
El día que no perciba el olor que me active, buscaré un sustituto que engañe a mi sentido.
He vuelto.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Sin ti





Comenzaba una canción: "Entre el cielo y el suelo hay algo..."


No quiero empezar a enumerar cuántas cosas, planetas, seres (los humanos y los no tanto), gases y demás componentes habitan en el universo, nunca acabaría y dormiría al personal.


Tan sólo es que llevo días con la vista alzada, y quizá he sido más consciente de todo lo que hay por ahí arriba. Sin duda deseando que hubiera algo más, que todo lo que nos contaban de pequeños en la clase de religión fuera realidad.

Pero miro y tan sólo veo el sol si es de día, y la luna si es de noche. Lo contrario sería preocupante.

Nunca más que ahora quisiera tener Fe, justo en el momento en el que menos creo.

Sólo hay una cosa cierta, que estamos mucho más solos sin ti y que nos toca seguir lidiando con la vida sin tu compañía.

Te echamos de menos.