domingo, 6 de noviembre de 2011

EXPERIMENTANDO





Me han contado en una esquina o quizá fue sólo un sueño, que es posible ser humano sin dejar de serlo.


Correr porque me apetece, brincar o hacer el pino, quiero dar saltos de alegría y llorar si tengo motivos.


Ir a un parque alejado una tarde de este otoño, dar de comer a las palomas granos de mijo y trigo.


Desnudarme en verano y lanzarme de lleno al vacío, nadar entre tiburones y tocarles la aleta sin motivo.


Afilarle los dientes al lobo que deambula por el bosque de al lado, con ayuda de una gran lima morada que anestesia y atonta al minuto.


Encontrar tres perritos sin nombre, bautizarlos como "Tú" "Yo" y "Nosotros", enseñarles a darme la patita cada vez que se lo pido, a sentarse, a no ladrar, a ser más como una persona y menos como un perrito.


Y orgullosa con mis logros y mis mil y un mordiscos, volver a mi casa apoyada en bastones de caramelo, por si en un momento dado me apetece descansar, llevarme algo a la boca y de nuevo, disfrutar.


miércoles, 28 de septiembre de 2011

CUENTOS


De pequeñas soñábamos con ser princesas... De esas que estábamos acostumbradas a ver en los cuentos, con sus vestidos largos y vaporosos, con los cabellos rubios, siempre perfectos, con tirabuzones marcados y situados en el lugar exacto.

De esas que tienen los ojos azules, que lloran lágrimas sólo si es por amor, que emanan ilusión si miran por la ventana...

De las que esperaban pacientes la llegada del príncipe azul, porque sabían que era su destino, de las que se pinchaban en la rueca, comían manzanas envenenadas o convivían con enanitos sin mostrar oposición.

Las palabras que leíamos nos transmitían que la vida de esas mujeres estaba centrada en la espera, en la paciencia, en la educación. Quejarse no formaba parte del juego, ¡¡eran princesas!!.

Cierras el libro, te miras en el espejo, coges las tenacillas e intentas construir un tirabuzón que se desmorona, observas que tu melena rubia platino muestra unas raíces negruzcas mezcladas con canas, que tienes las puntas abiertas...

Que ni se percibe el color de tus ojos porque entre las ojeras y una conjuntivitis aguda no queda espacio para albergar ilusión.

Que si miras por la ventana ves al vecino de enfrente y que éste no tiene pinta de príncipe y que no es azul.

Que lo de esperar no lo llevamos muy bien, que la paciencia se nos acaba pronto y que la educación está cotizada.


Por las noches cerramos los ojos y esperamos que sea mañana el día en el que se cruce por nuestro camino una viejecita que nos ofrezca una manzana, deseamos que esté envenenada, deseamos dormir plácidamente hasta que un beso de amor nos despierte y nos muestre que, después de tanta espera, por fin se acabó esa vida solitaria de princesa.

domingo, 18 de septiembre de 2011

BREVEDAD




"Entre dimes y diretes, entre tópicos desactualizados, en universos paralelos nos movemos, pero en diferentes órbitas habitamos".







¿Qué queremos, qué buscamos, porqué hay tanta traición en nuestro alrededor? Acaso no se valora ya el coraje, la renuncia y mirando muy dentro, el amor.
















domingo, 4 de septiembre de 2011

PLACERES




Con nocturnidad y alevosía, me atrevo a cambiar la tónica de esta entrada para dejar escrita una lista que, a mi parecer, engloba los momentos más placenteros del día:


1. Despertarme acompañada.


2. Desayuno rico - rico.


3. Ese airecillo fresco que entraba por las ventanas.


4. Las nubes que amenazaban lluvia.


5. El "no tener prisa".


6. La novia que bajaba de ese cochazo.


7. Las buenas noticias del veterinario.


8. Buscar EL libro.


9. Cocinar juntos.


10. Comer juntos.


11. La siesta.


12. Tú y yo.


13. Este latir a 48 pulsaciones por minuto, tan inusual en mí.


14. No querer que se acabe el día.


¿Alguna aportación más?




martes, 23 de agosto de 2011

SENEGAL

















Como un sueño hecho realidad y vivido en primera persona, estuve entre baobabs, con la suerte de que nuestro planeta es capaz de albergar centenares de ellos sin que sus raíces lo hagan estallar...




Maravillas de la naturaleza que te hacen sentir pequeñita, pero protegida por sus ramas tan imponentes.




Sentí el calor del desierto, mis pies ardían, mi piel se abrasaba, mi cuerpo pedía agua. Quise adaptarme en un minuto, supe que es imposible hacer el cambio, se necesitan años y años.



Deseé entonces ser arena, dejarme llevar de un lado a otro por el viento, cambiar de postura, de rango y de lugar con cada ráfaga de aire.




Entré en la selva preparada de pies a cabeza, pronto me di cuenta de que no necesitaba más que mis pies para andar y mis ojos para captar cada instante, ¡¡mágico!!.




Manglares, aguas rosas, animales salvajes, aves impresionantes, abejas molestas por nuestra presencia...




Noches asfixiantes por el calor, insectos, lagartos, no luz, no agua potable, ducha a la luz de la luna, no tele, no internet, no nevera...



¡Se puede vivir con lo básico!!




Mis ojos estaban frente a lo que necesitaban, tenía prisa por desprenderme de la imagen de lo habitual, me urgía saber que hay otros modos de vida.



Destaco: sus miradas, sus sonrisas, su energía, su vitalidad, su ansia por aprender, su curiosidad, su libertad, su tranquilidad, su cordialidad...



Cuando las expectativas se superan, cuando los contratiempos se solventan, cuando superas los miedos y te desprendes de lo que no sirve, llegas a la conclusión de que, con todas las incomodidades del mundo, ha resultado ser el mejor viaje de mi vida. (No apto para sibaritas)



¡Resulta difícil explicarlo con palabras! Ahí van las imágenes.































viernes, 22 de julio de 2011

VISCERAL



Cuando sientes que todos somos del mismo color, cuando tus ojos no logran ver las diferencias, cuando te sientes cada vez más lejos de los lujos, cuando no necesitas dinero nada más que para viajar y viajar para observar y observar para aprender y con ello crecer y crecer... entonces es que llegó el momento.



A veces tengo que ver las fotos para creer que estuve allí, el día a día te envuelve en un sin sentido que consigue robotizarnos, por lo que sólo conseguimos SENTIR cuando algo nos toca muy de lleno, es entonces cuando nos preguntamos ¿cómo he llegado hasta aquí? y podemos, incluso no reconocer los síntomas de lo que nos pasa por dentro.


¿En qué nos estamos convirtiendo? He visto una y otra vez la cara de incredulidad de la gente cuando le nombro mi destino de vacaciones, cuando le relato el motivo, cuando les sentencio el fin.


"...para ver miseria..." Y en esos momentos yo pienso: quién no lleva una vida miserable hoy en día, ellos al menos son libres de alguna forma, más esclavizados que nosotros no se puede vivir...


Es difícil explicar el motivo, es imposible convencer a los demás, es algo que debe sentirse, es algo que debe vivirse, es algo que existe, que está ahí.


África me espera, África me llama.


Hasta la vuelta.

domingo, 26 de junio de 2011

¿?







Poco a poco la vida te va llevando por el camino que más se adapta a tus pies. Sufro desde siempre ampollas, heridas, dolores inexplicables cuando termino una caminata larga.



"Calzado inadecuado, número exacto, terreno exarcerbado" mil y una explicaciones a mis lesiones sin sentido, y una sola cuestión por mi parte ¿y los demás por qué no?.

Quizá haya estado pisando un suelo que no me corresponde, unas texturas que me dan alergia, quizás andaba contracorriente pero el viento que me daba en la cara era tan suave que no notaba su resistencia...

Buscaré, donde mis huellas dejen su forma en la tierra, donde mis dedos se sientan libres, donde los poros de mi piel estén en perfecta concordancia con el medio.

Comienza.