martes, 12 de enero de 2021

TRUCULENTOS TRUCOS MÁGICOS


 Y de repente un día cualquiera, como si de un truco de magia se tratara, tu vida anterior desaparece y comienza una nueva de la nada.


Fui el conejo al que metieron en la chistera y que salió transformado en paloma. El color lo mantuve impoluto, blanco de novia, pero adquirí pico, alas y una visión más acorde a lo que no estaba acostumbrada.


Viví la experiencia brutal del voluntario que es elegido al azar para ser aserrado por la mitad. Después de ese suceso crecí unos centímetros a lo alto y perdí los michelines de los costados. Nunca un reciclaje fue tan rápido y efectivo, pensé patentarlo pero me dio miedo imaginar un mundo altivo.


También sufrí varias levitaciones frente al público. Pero al pasar el aro para comprobar que no había cuerdas ni cadenas se dieron cuenta de que ese cuerpo estaba hueco, lo que provocó una marea de susurros y casi una demanda por ofrecer un espectáculo tan absurdo. 


Finalmente me lanzaron a la calle con nuevo nombre y cinco apellidos, dos para comenzar de cero y tres para recordar solo lo bonito de todo lo anteriormente vivido. 


sábado, 12 de diciembre de 2020

GRIETAS

De la red

 

Me deslizo como una culebrilla ciega reptando sobre vaselina hacia esa grieta tan profunda que emite sonidos agudos y emana olores químicos. Los sucesos que acontecen durante el deslizamiento son tan extraordinarios que podrían ser contados como una historia épica o quizá como un cuento atrevido.


Tomo la decisión de ir hasta allí patinando, no quiero ser la dueña de mis actos. Ellos me transportan a velocidad de crucero mientras que yo me evado oyendo cantar a ruiseñores y a otros pájaros.


Por el camino me topo con varias grietas incipientes: son sinuosas, negruzcas, pegajosas y atrayentes. Dicen que son familiares lejanas de la abertura más famosa del lugar, esa de la que nadie habla, de la que no se sabe el nombre, la que se intenta olvidar. 


Al llegar me asomo al precipicio y soy capaz de vislumbrar trozos partidos de recuerdos malignos. Han ido acumulándose al cabo de los años y después, ulcerados, han acabado afectando a algunos órganos que hasta entonces estaban sanos. 


Estoy pensando coser la grieta, quizá tirarle una bomba. No sé si será preferible tapar los recuerdos a base de hilo y de aguja o si será mejor volarlos por los aires y que patinen hasta que pierdan la cordura. 

miércoles, 11 de noviembre de 2020

ABEJIZANDO


 Picar o no picar, esa es la cuestión...


Como abeja obrera que soy, metida de lleno en el sindicato, estaba acostumbrada a no pensar más allá de si la calidad del polen libado era directamente proporcional a los metros volados diarios.

Pero un día tormentoso casualmente me metí en un teatro, y después de asustar al personal con mi zumbido amenazante, me posé en el telón y poco a poco fui captando el mensaje: Hamlet se estaba pronunciando.


Desde entonces mi vida en la colmena se fue desbaratando, comencé a interesarme por la reina y terminé peleándome con los zánganos. Una inquietud muy profunda le quitaba espacio al polen recolectado y después de varias semanas sintiéndome intranquila, cogí las maletas y me fui volando.


Primero me contrató una compañía circense, allí solo tenía que hacerle cosquillas a los osos pardos y a los leones. Cuando el domador lo decía les pisaba con mis patitas y acto seguido saltaban como verdaderos saltamontes.

Rescindí mi contrato cuando empezaron a hablar de aguijones, ese bien mío tan preciado y valioso. Salí de allí aprovechando el siroco, apretando mi culito y limpiando mi anteojo.


Después fui actor de doblaje y en poco tiempo gané una mención en algún reportaje. Valoraban mucho mis onomatopeyas y decían que era muy bueno reproduciendo sonidos impropios del ser humano. Pero fui despedido un día en el que mi aguijón asomó un poquito la puntita e hirió al director en la mano.


Decidí entonces hacerme ermitaño. La tentación era grande, el deseo infinito...con gorguera en el cuello y calavera en la mano, comencé a narrar soliloquios con el único objetivo de reflexionar y así calmar mis posibles futuros delitos.


martes, 3 de noviembre de 2020

REGALO


 Dentro del paquete solo hay palabras, te lo digo de antemano para que no te desilusiones. Y es que yo, que soy algo tímida y bastante precavida tiendo a dejar mensajes escritos por todos los rincones.


Tendrás que seleccionar cada artículo, algunos pronombres, todos los verbos y varias preposiciones. Después formarás diferentes frases y dependiendo de lo que necesites oír o decir, serán muy pequeñas o más grandes.


Lo positivo de este regalo es que está compuesto por cada una de las palabras bonitas que me regalaste durante todo este tiempo y ahora las tendrás de nuevo tú para que te vayas poco a poco reconstruyendo...


Porque al principio eras un témpano de hielo flotando en el océano Atlántico, te embarcaste en una inesperada travesía peninsular y acabaste deshelando en el Mediterráneo. Ahora hay peligro de que te congeles de nuevo, la niebla ha llegado y quiere tragarte entero.


De ahí mi regalo: si utilizas estas palabras podrás dejar un rastro visible. Así, cuando des paseos nocturnos será imposible que te pierdas entre la bruma, o seremos capaces de localizarte si en algún momento te fallan las fuerzas y necesitas un poquito de ayuda.

lunes, 26 de octubre de 2020

PEGATINA


Escúchame, estoy dentro de tu pecho pegando gritos, me muevo mucho, a veces salto, otras doy brincos. Los médicos te han diagnosticado arritmia sinusal, te dicen que respires despacio y se pasará.


Cuando respiras profundamente los alveolos del pulmón izquierdo me producen gases, si lo haces superfluo me quedo colgado como un vulgar almanaque. Deberías coger y soltar el aire sin guion preestablecido, porque así nadie me provocaría nada ni me colgaría estando inmunodeprimido. 


A menudo me veo pintado, troquelado o esculpido. Me colorean de rojo, alargan el pico e intentan que las curvas sean siamesas. No saben los que me crean que así confunden la verdad con las falsas  promesas. 


Porque la realidad es totalmente diferente: soy irregular, soy defectuoso, a veces me paro unos segundos, otras me acelero y modifico el pulso... Domino vidas sin yo quererlo, soy relleno de pegatinas en libros y cuadernos.


Déjame llorar cuando los días son lluviosos, pégame al cristal y muéstrame al mundo, necesito nutrir mis músculos para seguir adelante sin perder el rumbo. 

domingo, 20 de septiembre de 2020

INANICIÓN


Mi alma está enferma por inanición, siempre pensó que podría sobrevivir viajando sola y se equivocó. 

Subió hasta las cumbres más borrascosas y bajó en picado a los pozos más profundos sin ninguna compasión. Dice que por el camino le dio tiempo a leer a los clásicos y que eso le abrió las dudas a su ya debilitado corazón.

Renunció a la compañía, a la ayuda, al consuelo, creyó que su sombra alargada la guiaría y la cubriría de verde esperanza. Sin embargo ella, la sombra del alma, era voluble: cambiaba de tamaño, de forma, de dirección, de repente se enrollaba...

…y mi alma se perdió.

Vagó a duras penas entre pensamientos errantes y sueños desahuciados por ser inconquistables. Los primeros apestaban a alcohol, los segundos deprimían a sus semejantes, los cuales se convertían en anhelos holgazanes.

La rescaté in extremis un día al pegar un grito. Salió disparada de mi boca y la agarré por un bracito. Estaba tan débil y tan delgada que tuve que meterla en agua caliente para ver si se espabilaba.

Desde entonces la cuido y le doy alimento, hablamos de vez en cuando e intercambiamos argumentos. Ella me explica sus miedos y yo le disfrazo la verdad de las cosas corriendo un tupido velo. 

jueves, 3 de septiembre de 2020

GIRASOLA


Soy una girasola hembra y aunque no quiero, no dejo de perseguir al sol. Me atrae como se atraen los polos opuestos, las hojas quieren ser alimentadas y mis pétalos buscan constantemente su calor. 

He estirado tanto el tallo sin ser consciente, que a veces tengo tortícolis y como consecuencia vértigo incapacitante. Mi savia bruta circula llena de agua y minerales y la parte elaborada baja repleta de gelatina y muchas, pero que muchas vitaminas revitalizantes.

Con cada llegada del ocaso sufro un ataque de ira y su amanecer inesperado me devuelve a la vida. Nunca estoy segura de si será el último o es el primero porque cuando su rayo de luz se acerca empiezo otro nuevo intento.

Acicalo mis pipas y les saco punta a todas, retoco el color amarillo y les aplico algunas sombras. Bebo un sorbo de agua para mantenerme hidratada y comienzo la persecución: giros de derecha a izquierda, guiño de ojos y un poquito de seducción, estas curvas tan lozanas saben que son deseadas.

Nunca pierdo la esperanza de quemarme con su fuego, sería la muerte más romántica, la más elegante, la más digna para esta girasola tan sencilla.