jueves, 31 de julio de 2008

Mi palmera y yo





El tema estrella de casi todos los blogs son las vacaciones. El mío no.

Hace justito un año estaba debajo de esa palmera intentando contar las palmas y las hojas de cada palma, con esto quiero decir que estaba tumbada en una toalla, en bikini, con mi gran amiga B, un libro, el mp3 y el bronceador al lado.
No necesitaba más, tenía mucho tiempo libre por delante y comencé así una cura antiestrés que pensaba dosificar en varios meses.

Ahí estaba yo, respirando tranquilamente y pensando en lo injusto que era que a esa palmera la hubieran plantado precisamente allí, en un jardín comunitario, al lado de las piscinas y rodeada de césped. Dicho así no tiene mala pinta, pero eso es para nosotros, animales de ciudad.

Seguro que si ella pudiera elegir le gustaría vivir en una isla despoblada, rodeada de otras palmeras y de malas hierbas, filtrando el aire sin polución por sus hojas, dejando que los monos se suban a sus ramas, practicando la fotosíntesis por las noches sin tapujos ni pudor.

Seguía pensando que seguro le gustaría dar plátanos más que cocos, porque están más cotizados, tienen mejor sabor, un color más bonito y su forma es más... ¿sugerente?

Pero no, ella vivía allá en La Manga, con vistas a unos bonitos apartamentos pintados de blanco, muy poblados en verano y desiertos el resto del año. Si te fijabas bien, veías caer gotitas de savia por su tronco, lo que yo interpreté como lágrimas.
Me hubiera gustado ayudarla, pero pronto volví a casa y no la recordé hasta hoy, al ver la foto.


Hay que ver como vuela la imaginación cuando se está tumbado en una toalla, eso o que dejamos al lado todo lo que nos molesta y comenzamos a ver un poquito más allá.

miércoles, 23 de julio de 2008

¿Cuánto vales?



Varios comentarios de mi anterior post han hecho posible esta nueva entrada.

Todos tenemos algún amigo/amiga que rondando la treintena decide separarse, dejarse o cambiar de aires. Y es cierto que de repente te cuesta reconocer a la persona a quien hasta ese momento creías conocer a la perfección. De la noche a la mañana nuevo look, desprenden energía a raudales, no se puede seguir su ritmo, las conversaciones pasan a ser monotemáticas: mmm, ¿estará soltero?, mmm, tiene un buen trabajo, mmm, voy a por él, mmm, si no está soltero me da igual, que deje a su mujer...

Quisiera yo saber si algún doctor o eminencia en medicina ha descrito algún tipo de síndrome que incluya todos los síntomas que presentan los desparejados a cierta edad. Debe haber una explicación científica a tanta coincidencia.

Lo peor, que por miedo a la soledad, a que el tiempo pase o a asegurarse un futuro, alguien sea capaz de conquistar a otro sin sentir algo más que interés. Así está el patio.

Todavía hay mucha gente con la idea de que existe el príncipe azul, o la princesa rosa, con la certeza de que encontrará al hombre o a la mujer perfectos, y al buscar, probar, rebuscar, reprobar, rerebuscar, rereprobar, echan de menos lo que tenían en casa, que no resultó ser más que lo que queda después de años de convivencia: mucho cariño, un amor más relajado, una pizca de rutina, confianza, respeto, y si se trabaja, también pasión. En definitiva: paz.

Yo esa sensación no la cambio por nada, ahora, cierto es que nadie está libre de que el síndrome nos afecte alguna vez en la vida.

martes, 15 de julio de 2008

Tres cosas



Tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor. Nada nuevo, por el momento.

¿Cuál es el orden adecuado? Imagino que cada uno empieza por el que más falta le hace, o por el que más haya carecido en su vida.


Salud: si eres joven y no has tenido más que la rotura de algún hueso del cuerpo de vez en cuando, la relevarás al último lugar, dando por hecho que siempre estarás bien, que las enfermedades son cosas de los demás.

Si alguna vez la buena salud se evaporó, sin saber cómo ni por qué y de repente te viste limitado/ada, desganado/ada (y todo lo que acabe en -ado/ada) y tu vida sufrió un parón obligatorio, con todo lo que ello conlleva, lo auparás al puesto número uno.


Dinero: si naciste en el seno de una familia bien, ni lo valorarás, ni lo disfrutarás, ni lo ganarás con el sudor de tu frente, ni conocerás nunca los "beneficios" de pagar a plazos, sobre todo para los intereses..., será algo que vino a este mundo contigo y no le darás importancia.

Si has sufrido para llegar a fin de mes, si has trabajado a cambio de dos duros, si tienes una hipoteca a 30 años, estarás deseando que te toque el Sr. Euromillón (con mayúscula) y mirarás a esos simples papelitos con ojos deseosos.


Amor: si nunca has sufrido un desengaño, tu primer amor resultó ser el de tu vida, es el hombre/ mujer más maravilloso del mundo, lo que buscabas, ni más, ni menos... ¡enhorabuena, eres único! Te preguntarás qué dificultad tiene ese difícil mundo del que los demás hablan.

Si te han hecho llorar, sufrir, te han engañado, te han humillado, en definitiva, si has salido perdiendo, estarás deseando llenar ese vacío y para tí será el número uno de la lista.


Ojeo lo escrito y me doy cuenta de que para mí quedarían en este orden: salud, dinero y amor. Tal y como comencé.

Quizá sea lo más común ¿o no?

lunes, 7 de julio de 2008

Pequeños animalitos




Pronto cumplirá 2 añitos, como todo dueño de animal, para mí es el mejor del mundo, además del más guapo, inteligente y gracioso.

Su nombre es Capone y su mayor virtud es la de hacer compañía, sin rechistar, siempre a mis pies.

Se caracteriza por chuparlo todo, por las mañanas me ayuda a limpiar la casa, lo deja todo como un espejo.

Podría llegar a ser deportista de élite, corre, salta, juega al fútbol, pero aún no conozco equipo que quiera admitirlo.

Actualmente busca novia, al igual que los humanos es un tanto especial, no se deja llevar por la primera perrita sexy (tipo chihuahua) que pase por su lado, no, no, él busca una hembra que le haga feliz, que le quite el sentido, que lo admire por quién y cómo es. Lo que importa es el interior ¿no?.

Mientras ella llega, se dedica a cuidar el cuerpo y el alma, moldea sus músculos con el deporte y ejerce de terapeuta cuando su dueña (yo misma) comienza a hablarle y ríe o llora, y sigue hablándole y le hace preguntas y parece que con la mirada o el ladrido me contesta...


Después de destacar lo bueno tengo que decir que cuando duerme ronca, esto puede acarrear problemas de pareja si la relación algún día es estable, no obstante estamos abiertos a posibles soluciones.


Sea este un pequeño homenaje a todas las mascotas blogueras que tanto y tanto nos aportan. Espero que no sea el último.



Aclaración: Humanizar a los animales es malo, lo sé, pero hay veces que parece que debajo de esa piel con pelos se esconde tu mejor aliado, y que no habla principalmente para no meter cizaña y que seas tú la que encuentre la respuesta. Todo un misterio por resolver.

miércoles, 2 de julio de 2008

Lo que no te mata...

...te hace más fuerte, al menos eso dicen. Soy de la opinión de que ciertos dichos o refranes o como queramos llamarlos se crearon para una determinada situación, y que dejando al lado algunos detalles, pueden ser extrapolables a otras cuantas pero no a todas, y el que da nombre al título me ha hecho pensar más de la cuenta.

Te lo dicen, lo escucho y no puedo por menos que pensar que es una forma auxiliar de consolarte por el mal momento que se supone estás pasando, algo así como rezar si crees en Dios y tantas otras cosas.

Pues no, al menos a mí las vivencias negativas no me hacen más fuerte, de entrada me dejan hecha polvo, y de salida unas cicatrices que duelen si las miro.

¿Más fuerte? No, con una experiencia más sí, con los bolsillos llenos de recursos para la próxima vez, con el recuerdo del dolor y del esfuerzo llevado a cabo para conseguir la ansiada recuperación.

Pero siempre duele, aunque hayas pasado mil veces por ello.


A veces envidio la ignorancia, los que la portan desprenden un halo de conformidad que nosotros nunca obtendremos.

Por momentos quisiera haber tenido la oportunidad de ser menos fuerte.