En días como hoy, cuando la pantalla no deja de emitir hasta dónde es capaz de llegar el ser humano cuando el dinero, el poder o las dos cosas juntas gobiernan tus días...no puedo más que pararme y comprobar que en mayor o menor medida todos estamos alimentando esa forma de vida, dinero para tener más y más y sensación de ahogo frente al futuro incierto o el presente hastío.
Pero mientras que unos aliviamos la asfixia a base de reorganizarnos, otros cortan por lo sano y anulan la voluntad del prójimo por antojo, porque molesta o por estar en medio del paso.
En días como hoy no puedo más que sentirme pequeñita, intento buscar en detalles cotidianos la belleza de esto que llaman vida, para ello no tengo más opción que mirar hacia el cielo y quedarme con la parcela privada de mi mente que intenta recordar, una y otra vez, a fuerza de buscar, la sensación de: "sí, merece la pena vivirla"
jueves, 26 de septiembre de 2013
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