Músculos desarrollados como cualquier adicto al gimnasio, no es de extrañar, pues vuelvo de cargar con una piedra bastante gordota y cuesta arriba, con lo que eso supone.
Me veo andando por una calle estrecha, oscura, en una noche desapacible. En los edificios que se levantan a los lados algunas ventanas dejan ver algo de luz, joeee, parezco Zafón, lo dejo aquí...
La vida es bonita para algunos, mejor para otros, a veces te preguntas donde están las mariposas, el sol o ese olor que te hacían disfrutar tanto de nada, sacar de donde no hay, debo tener un compartimento especial en mi cerebro que dosifica por miligramos su efecto, el peligro está cuando la frustración es tan grande y las dosis siguen siendo las mismas, entonces como cualquier adicto buscas dentro o fuera, cerca o lejos, algo que te calme.
Mmmm, qué peligrosas esas etapas de no sé quién soy, adónde voy, ¿qué quiero?, ¿por qué estoy aquí? O se mantienen los pies en la tierra, aunque no te sientas realmente ahí o se corre el peligro de elevarte por los cielos, subir, traspasar la atmósfera y quedarte girando alrededor de la Tierra observando la vida de los demás y encima creyéndote con el derecho de opinar y juzgar.
He reatado a mi tobillo una gran pesa invisible que me mantenga pegada al suelo, además le daré un uso extra y trabajaré mi cuerpo para ponerme fuertota y ser capaz de sobrellevar lo más correctamente lo que me/nos viene por delante.
El día que no perciba el olor que me active, buscaré un sustituto que engañe a mi sentido.
He vuelto.
2 comentarios:
Super ánimos
Con zancos y de puntillas, nunca mejor dicho...
Super gracias, siempre ahí, puntual.
:)
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