¿Y si la vida fuera una espiral de colores? Así, sin motivo y sin razón. Espirales infinitas, que sabe dónde te llevarían si siguieras su estela.
Sería una especie de montaña rusa, círculos concéntricos uno tras otro, sentiría vértigo, mareos, en ocasiones desearía saltar a alguna espiral vecina, bien por lo ancho de su pasillo o por lo agradable de la compañía, pero sería imposible despegar los pies de mi camino.
Por momentos ralentizaría el ritmo de la caminata, para disfrutar del color verde o del rojo, en otras ocasiones y aún yendo cuesta arriba aceleraría el paso y saltaría alto para no alargar demasiado el trayecto del color marrón oscuro, por no decir negro.
Lo bueno de girar y girar es que en ocasiones se tendrían unas vistas privilegiadas de las demás espirales, las ves por arriba, por abajo, de costado, mmm, terminas conociendo cada detalle de tus vecinos y eso tiene sus ventajas.
¿Qué habré soñado hoy que me levanté con esta idea en la cabeza?
Está claro que voy necesitando vacaciones...
2 comentarios:
Qué bueno que vuelvas a escribir... Como siempre destilando inpiración, clase y con mensaje. Es un placer leerte. Besos
Pué si te cuento lo que he sonado yo hoy!!!! Eso si que es un caos.
Al volante estaba ciega y si lo dejaba veía perfectamente. Quién me puede interpretar eso?
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