jueves, 3 de mayo de 2012

SAL


Seremos soñadores toda la vida, saldremos a pescar para olvidar, juntaré tu mano con la mía, encajan, encajaron, encajarán.


El agua limpia las impurezas, pececillos con dientes acabarán con lo demás, pulpos rosados y con ventosas absorben los recuerdos en los que no estás.


Tirar el anzuelo y esperar paciente, eso es un arte, es vital, recomiendo a los que corren que echen el freno y que empiecen a  valorar detalles como el movimiento de esas hojas, el olor a azafrán, la cadencia de las olas del mar, el polen de esos árboles que te hacer estornudar... Todo es vida, todo sirve, todo se puede reciclar, cambiar la forma y el uso, pero en el fondo ser útil mil veces más.


Y a quien no le guste el agua, que toque con la punta de los dedos la más salada de todas. Así recibirá el aliño necesario para cambiar la mirada y ver que lo dulce no es lo bueno y que en ocasiones la acidez es sinónimo de pleno. 

2 comentarios:

Noelplebeyo dijo...

yo en el agua me mareo

pero sí, a veces un buen trago marino te hace sacar lo peor que guardas a través de un tosido

María dijo...

Hacer frente a los miedos, el agua el primero en mi caso.

Un besazo.