Gracias a esas "razones casuales" que en ocasiones contadas la vida te pone al alcance de la mano hoy puedo afirmar con orgullo: ¡la conozco, sé lo que se siente al poseerla! intento cuidarla, le hablo bajito para que no haya sobresaltos, la alimento de forma sana cada día y de forma deliberada le dejo al lado una golosina de vez en cuando, en esos momentos en los que se intuye que un dulce con color llamativo puede ayudar a subir cuando se está muy abajo.
Adicta a descubrir sitios nuevos, creía que viajando lejos encontraría lo que busco y resulta que sin verlo ahí lo tenía, todo un mundo de vivencias que como textos jeroglíficos del antiguo Egipto, si vas descifrando y dando sentido a lo que ves, a lo que vives, a lo que tocas, te contará una historia de la que te puedes enriquecer.
Si le doy la mano no me siento sola, un abrazo consigue la unión perfecta, si haces o recibes un regalo te eleva, una llamada cuando la necesitas y obtienes la mayor de las recompensas, compartir esas experiencias únicas, irrepetibles: las risas, las penas, las cosquillas, las borracheras, todo lo que compone ese mundo aparte que sorprende porque ¡puede llenarte tanto siendo tan sana! y atarte a alguien de por vida sin necesidad de tener cadenas.
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6 comentarios:
Eres mujer afortunada
Dos cualidades
que belleza de texto mi querida Cuan bonito escribes
Descubrir sitios nuevos siempre es estupendos.
Saludos.
Estás incluido, afortunada es poco!
Un besazo
Una vez más, agradezco enormemente tus palabras.
Besazo
Totalmente de acuerdo! Y no perder la ilusión por seguir descubriendo.
Beso
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