Cuando esta mañana desperté olía la habitación a gominolas, estiré la mano hacia la izquierda y me topé con un saco repleto de regalices rojos, moras, corazones picantes, tiburones sin dientes y sandías refrescantes.
Mi pijama se había transformado en un traje gris de rayas y se pegaba a mi cuerpo con intención de asfixiarme para evitar que me levantara y me hiciera con el tesoro allí encontrado.
Pero venció el color, venció el azúcar, rompí a base de tirones la tela que me cubría y así, desnuda, alcé el saco al hombro y me fui a descubrir lo que había dentro.
Él y yo en una pequeña estancia decorada con un gusto exquisito por unas manos desconocidas, para que fuera capaz de valorar y disfrutar cada minuto que me esperaba por delante:
Piruletas de corazón: que endulzan los paladares y a la vez te dicen que alguien te quiere un poquito, así, sin grandes alborotos, sin esperar respuesta, sólo porque es precioso decir y hacer cosas bonitas.
Escalofríos: que provocan que tu piel cambie de aspecto, sólo un buen abrazo sincero y apretado conseguirá restablecer la normalidad.
Ladrillos de regaliz: que simbolizan los cimientos de tu vida. Sólidos y numerosos: madurez, blandos y escasos: juventud.
Picotas: que en cuanto las saboreas te trasladan de golpe a la primavera, a esos campos floridos con las abejas revoloteando a tu alrededor.
Ositos de colores: evocan a la niñez, apretujar peluches las noches de tormenta, contarle secretos, sentirse segura.
Troncos de chocolate: que te devuelven la energía perdida cuando el día ha sido duro y consiguen pintar de nuevo tu sonrisa.
Desconozco quién notó que necesitaba un regalo así y fue capaz de elegir con detalle cada gominola, quién desea mandarme mensajes ocultos entre azúcares y colorantes, quién se arriesgó a ser descubierto al colocarla al lado de mi cama, sólo y ni más ni menos que, para sorprenderme gratamente al despertar esta mañana.
10 comentarios:
Mi debilidad, los ositos de colores.
Desconozco la procedencia, pero qué mejor ubicación de una golosina que a la verá tuya.
Con tu permiso, lo imprimo. Algunos alumnos míos necesitan de tu sensibilidad.
El beso más dulce que pueda dar, es tuyo
¡Cómo te cuidas!
Una imagen sugerente esa de ir desnuda y con un saco
Me encanta… claro que es precioso decir y hacer cosas bonitas, y no siempre lo tenemos en cuenta.
Me encantan las comparaciones de las chuches con la vida misma
No hay nada como las sorpresas…
Deseo que la vida nunca te deje de sorprender.
Muchos besos
Un relato maravillosamente dulce. ...
me pierden. ... pero soy de engordar rápidamente, si que no abuso demasiado de ellas.
besos de azúcar
Desde luego un gran y colorido detalle... Un saludo desde Murcia....
Y aún no he probado alguno, hasta este momento. Lo saboreo, con zancos y puntillas
Gracias y besos dulces
Todo un privilegio estar presente en una hoja si puedo servir para transmitir sensibilidad.
Feliz
Desnuda y con un saco cargadito... Para empezar a vestir con ropa de temporada.
Un abrazo inmenso.
Como todo en la vida, con moderación, aunque en ocasiones me rindo a sus pies.
Besos azucarados.
Un hermoso comentario.
Siempre bienvenido. Un saludo.
Date prisa, que el tiempo causa estragos y endurece lo blandito, jeje.
De nada, es tuyo.
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