sábado, 31 de enero de 2015

SOÑAR DESPIERTOS


Traspaso un umbral de niebla espesa, es curioso pero a pesar de llevar un vestido de gasa blanco e ir descalza, no tengo frío. Siento una curiosidad tan grande por pasar al otro lado que el nudo que se me ha formado en el estómago comienza a deshacerse por sí solo.

El mundo de los sueños, ese al que nos acercamos y tocamos de pasada con las puntas de los dedos cada noche. 

Llego hasta él estando bien despierta, quiero ser consciente de todo lo que allí se guarda, quiero memorizarlo y utilizarlo a mi favor cuando lo necesite en este mundo de sueños simples e hipotecados.

Lo que llama mi atención es que este lugar no está separado por fronteras, sólo las tonalidades de los diferentes colores te dan una pista de dónde estás.

Primero me acerco al color azul: allí había una gran cantidad de príncipes encantados esperando a ser raptados por ese halo imantado que años atrás recogía a cientos de ellos cada noche.

Después paso al amarillo: soles brillando con intensidad, pollitos recién nacidos que aún no saben decir pío pío, cientos de flores repletas de polen que ansían adornar nuestras noches y dar un toque de olor a campo a nuestro entorno vacío.

De golpe voy al naranja: calabazas con sonrisas macabras mirándome con descaro, miles de bombonas de butano que olvidadas, han hecho grupo y se apoyan con charlas para aceptar que ya nadie las soñará.

Me atrevo y me asomo al color negro: nubarrones con grandes tormentas, Reyes Magos dejando sacos de carbón repletos, tarántulas con las patas largas y veneno en sus colmillos. Caídas al vacío sin ningún sentido que provocan en los niños y a veces hasta en el vecino, unos malos sueños llamados pesadillas, que te despiertan de golpe y aceleran el pulso como para avisarte de que un paso adelante no está exento de descarga de adrenalina. 

Quiero terminar en el rojo, mi color favorito: está lleno de latidos, de amapolas ondeando con el viento, de labios tirando besos, de mejillas pellizcadas. Vi planetas, películas, saludos y sonrisas. 


Por momentos sentí una atracción irrefrenable y quise quedarme allí de por vida, no hay dolor, no hay hastío, puedes pasar de un mundo a otro con un saltito lleno de alegría. Pero el mundo de los sueños está hecho para los valientes y todos sabemos que soñar despiertos se considera un privilegio que muy pocos consiguen hoy en día.


11 comentarios:

AtHeNeA dijo...

El mundo de los sueños es tan mágico como apasionante, nos permite liberarnos y en ocasiones encauzar nuevas posibles vivencias. Soñar despiertos mantiene cuerpo, mente y vida..

Un saludo de luz, un placer leerte

Mucha dijo...

Querida gracias por tu bello comentario e Recomenzar. Tu texto una maravilla de colored.Eres poeta y tranformas tus momentos en pasiones

Mucha dijo...

Querida gracias por tu bello comentario e Recomenzar. Tu texto una maravilla de colored.Eres poeta y tranformas tus momentos en pasiones

Noelplebeyo dijo...

En ese planeta colorido da gusto estar a ratos, e incluso arrancar un pedazo y mantenerlo, por instantes, en la realidad....con todos los colores, claro que el rojo lo pones irresistible

Besos de colores

Unknown dijo...

Me ha encantado... Ese mundo de sueños es algo especial. A mi también me dan ganas de quedarme en un mundo así y creo que al menos voy a pasar varios ratos en el.

El rojo, me gusta también, es intenso como la pasión.

Muchos besos, me encanta siempre leerte.

ოᕱᏒᎥꂅ dijo...

yo suelo soñar demasiado despierta, pero últimamente soñar dormida me duele el alma....
no son buenos sueños los que obtengo y me levanto de mal humor para todo el día...
besos.

María dijo...

Podemos sentir el vértigo de vivir diferentes experiencias y despertar renovados.

Un placer tenerte en casa. Un beso.

María dijo...

Escribir se transforma en placer, si además gusta... No se puede pedir más.

Besazos.

María dijo...

Besos rojos de vuelta, con pedacitos de sueños incluidos.

María dijo...

Nos encontraremos en ese mundo, a ratos, ¿ un café y una buena charla??

Besos

María dijo...

Hay que buscar una solución a esos malos sueños, intenta cambiar el color a la hora de cerrar los ojos.

Un abrazo.