De la red |
La curva madre, cuando llega a la madurez, pare curvitas. Las reparte por el mundo, aunque tienen predilección por dejarlas campar a sus anchas donde las pendientes son pronunciadas. Una vez allí intentan ordenarse, pero al ser tan infantiles les cuesta mucho ponerse de acuerdo y organizarse.
Poseen ese aire despreocupado, como si hubieran sido dispuestas ahí a la fuerza y ellas se hubieran rebelado. Por tanto retorcerse y pegar gritos en silencio se han agrietado sus bordes hasta lugares infinitos.
El asfalto cubre sus huecos, esos agujeros grandes y profundos que por desgracia todos conocemos.
Expertos con nombres desconocidos las han estudiado y han convocado prestigiosos congresos internacionales cada verano. Han intentado ponerlas rectas aplicándoles métodos físicos y productos químicos, ofreciéndoles sobornos o buscando una confesión. Lamentablemente ni la tortura ni la psicoterapia personalizada le ha dado a nadie hasta ahora la razón.
Las curvas son y siempre serán curvas, esa especie de sonrisa cóncava que intenta abrazarse a sí misma aunque nunca lo logra.
6 comentarios:
las curvas son elementos básicos de nuestro trazado personal
besos
me quedè pensando en las curvas de una boca que sonrie o sufre, van para arriba o para abajo. en las curvas de un cuerpo que goza o no...
en las distintas direcciones a las que vas según la curva que tomes.
Saludos
maravillosa tu entrada real y cierta abrazos mujer genia
Así es, unas suaves y otras pronunciadas.
Besos.
La pequeña diferencia entre tomar un camino u otro.
Saludos y bienvenida.
Siempre es un placer recibirte.
Abrazo.
Publicar un comentario