Y de repente un día cualquiera, como si de un truco de magia se tratara, tu vida anterior desaparece y comienza una nueva de la nada.
Fui el conejo al que metieron en la chistera y que salió transformado en paloma. El color lo mantuve impoluto, blanco de novia, pero adquirí pico, alas y una visión más acorde a lo que no estaba acostumbrada.
Viví la experiencia brutal del voluntario que es elegido al azar para ser aserrado por la mitad. Después de ese suceso crecí unos centímetros a lo alto y perdí los michelines de los costados. Nunca un reciclaje fue tan rápido y efectivo, pensé patentarlo pero me dio miedo imaginar un mundo altivo.
También sufrí varias levitaciones frente al público. Pero al pasar el aro para comprobar que no había cuerdas ni cadenas se dieron cuenta de que ese cuerpo estaba hueco, lo que provocó una marea de susurros y casi una demanda por ofrecer un espectáculo tan absurdo.
Finalmente me lanzaron a la calle con nuevo nombre y cinco apellidos, dos para comenzar de cero y tres para recordar solo lo bonito de todo lo anteriormente vivido.
7 comentarios:
sí que es un verdadero arranque de año con múltiples deseos
besos
tanto tiempo querida sin leerte te entiendo
entiendo tu escrito
Te dejo un abrazo inmenso
Cabe la posibilidad de que hubiera un fallo en Matrix.
O arranque de vida, según se mire ;)
Besos.
Sé que me entiendes y eso me alegra.
Abrazazo.
Sé que me entiendes y eso me alegra.
Abrazazo.
Pues no lo había pensado, pero todo tiene respuesta.
Bienvenido.
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