Cruzada de brazos, apoyo mi cabeza sobre ellos y observo. A lo lejos no distingo las voces, la ropa, los colores, sólo veo formas en movimiento, que se trasladan de un lado a otro con prisa, sin mirarse unos a otros, pasando muy juntitos, sumidos en sus propios pensamientos.
Pestañeo y cambia el escenario, formas más pequeñas, son niños jugando, saltan y corren tras un balón, pegan esos chillidos tan penetrantes que me provocan un escalofrío y seguidamente un estornudo que acaba con la "ilusión".
Ahora observo un espejo, es el reflejo de mi propio yo, de ese exterior de piel y pelo, de esa primera impresión. Pero fijándose en la mirada, puede verse algo más, esencia de valor y empatía, cariño y comprensión, un pelín de desconfianza, timidez o no, no no..., juntando todo y con una sacudida, te hago un cóctel de ALL I.
3 comentarios:
sin duda, el primer paso es reconocerse
seguro que tienes rasgos perfectamente reconocibles para tus propios ojos
Y lo que cuesta en ocasiones.
Besazos.
Bonito Cóctail... Lo que miras con esos ojos bellos... Será tuyo. En estos instantes me considero Hada Madrina con muchas ganas de conceder bellos deseos. :-)
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