Si tuviera que pedir un deseo, hoy lo tengo claro.
Como un nómada por el desierto, elegiría cada noche la mejor duna donde dormir.
Dejaría las huellas de mis pasos fosilizadas con el paso del tiempo. Un día lejano, alguien las encontraría, esculpiría su forma y las vendería como souvenirs.
Viajar es vivir, encontrarte con contrastes tan brutales que tus ojos no son capaces de abrirse lo suficiente como para captar cada instante, pero la esencia queda grabada en la memoria para siempre.
Volver sin peso, vacía de lo negativo, llena de lo que más sirve, sentir que lo que busco es eso: libertad para actuar, tiempo para aprovechar, minutos conmigo misma, hablándome para mis adentros y entender lo que me digo.
Eso ya es pasado y ahora un paso más, un paso grande, un paso decisivo.
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2 comentarios:
Espectacular y q ti duna crezca y se realice con delicadeza y convicción. Feliz retorno y suerte en el próximo viaje. Óscar
Gracias!! Se intentará.
Un besazo
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