Si tuviera poder supremo, pondría a cada cual en su sitio, calambrazo suave al terco, rayo fulminante al traidor.
Como no poseo esos recursos me conformo con distribuir palabras, repartidas en dosis elevadas al cuadrado, a diestro y siniestro, con descontrol, pero acertadas, sin organización, pero colocadas.
Con las palabras y con mucha precisión voy formando una pirámide, la invierto y en la puntita pongo tu nombre, quiero que sientas el peso de lo que se dice, la inestabilidad que causa tener un solo pie de apoyo y no digo nada si vuelcas y todo se te viene encima.
Esto no ha hecho más que empezar, ¿cómo acabará? Intriga y misterio, como en el best seller más vendido del año.
2 comentarios:
no te pongas bajo un arbol, dicen cuando hay tormenta...templanza y certeras descargas
besos
Lo malo es si te atan con cadenas debajo de ese árbol... por más que quieras escapar.
Pero las palabras calman.
Besotes.
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