" En el fondo instintivo de nuestro ser no pensamos, sentimos. Estamos hechos de emociones. A lo largo de los siglos nos habíamos esforzado en domarlas, en encerrarlas en sistemas de vida ordenados o represivos. Ante su dictado sólo cabía resignarse o rebelarse. Actualmente vivimos en un mundo que nos abruma con tentaciones y decisiones múltiples y tenemos que decidir en soledad, sin referentes claros, quiénes somos y por qué nos merece la pena vivir y luchar"
Brújula para navegantes emocionales. Elsa Punset
Seguimos la senda de lo que "es correcto" sin pararnos a pensar que quizá lo que es bueno para ti no lo es para mí.
Los corazones se han vuelto pastosos como las patatas cocidas, sólo sienten si le hincan el tenedor para ser deleitados por algún paladar ajeno al banquete.
En medio del caos desordenado empiezo a ver una rendija por donde entra la luz y resulta ser una luz con tanto resplandor que no me queda otra que ponerme las gafas de sol para poder soportar tal claridad en medio de esta noche sin luna ni estrellas.
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6 comentarios:
No volveré a hincar con rabia a una patata, al menos la cocida.
Las luces hay q seguirlas, y habituados, deleitarse
buena noticia empezar a ver la luz...aunque ciertamente haya que acostumbrarse a ella. No está mal,
Besos,
Aprender a mirar a las patatas con otros ojos es un buen comienzo, jeje.
Un besazo
En ello estoy, acostumbrándose los ojos a tanta luz.
Bienvenida!!
Justo antes del amanecer es cuando está más oscuro, siempre sale el primer rayo por la mañana, siempre... Muuuaaaakkksss
Lo sé! Y ese rayo largo y musculoso está a puntito de llegar!
Besazo
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