De la red |
Los rayos del sol me están poniendo amarilla, la ropa está hecha jirones, las uñas largas, los labios se van agrietando y mi pelo ha adquirido textura de escobilla. Estoy planteándome seriamente dedicarme a la espantapajararería, esa profesión tan olvidada que ahuyentaba con su sola presencia a todo pájaro agresivo o hambriento que acechaba el cultivo. Puede que no sea una mala idea después de todo, porque pajarracos amenazantes haberlos hay y necesidad de ahuyentarlos, por desgracia, también.
Sin embargo por las noches me apetece cambiar de profesión futura y me dan ganas de probar suerte en el mundo de la papiroflexia. Poder convertirme en avión de papel y viajar por el mundo sin necesidad de repostar, dejarme dirigir por las corrientes de aire y acabar en un bosque sin tener que aprender a aterrizar...
Los días de lluvia quisiera ser paraguas, los de tormentas, pararrayos, en verano quiero ser playa y en invierno sopa de rábanos. Si te veo cerca quiero ser persona, pero cuando oigo tu voz a lo lejos, tan solo deseo ser ese último beso.
Es la libertad que te ofrece estar tendida por pinzas, que puedes inventarte tus vidas mientras esperas a estar seca y ser recogida.
4 comentarios:
Con tantas posibilidades, tendrás que adecuarte a numerosas situaciones
No olvides que recogida, es importante doblarte y quedarte lisa, y en el mejor sentido, planchada
besos
Sí, mejor planchada que mostrarme con arrugas.
;) besos
A mí me cogieron hace tiempo y en vez de dejarme doblada y planchada me dejaron tirada arrugada en un cesto,
de profesiones creo que he hecho de todo y lo único que me apetece es estar en paro,
te enfrentados a múltiples personalidades ten cuidado de que no te afecten! 😝
besos
Jeje, creo que estamos en esa edad en la que todo nos cansa, no nos motiva lo ajeno y corremos el riesgo de terminar siendo múltiples.
Estaré atenta a esas personalidades, besos!
Publicar un comentario