De la red |
Empecé entonces a pedir deseos con nocturnidad y alevosía un poco así a lo loco y curiosamente, según los pedía, se cumplían. Pero de inmediato llegaba el sueño y estuviera donde fuera que estaba dentro de mis deseos, caía rendida y me dormía.
Todos los pequeños instantes de los que disfrutaba durante la noche por el día se evaporaban. Creo que se produjo el efecto contrario y empecé a notar que cada vez tenía menos deseos matutinos, menos necesidades innecesarias, más momentos simples que me nutrían y me alimentaban.
Fue así como los angelitos se fijaron en mí y después de estudiarme a fondo pasé a ser una candidata perfecta para la próxima temporada de la recolección anual de polvo interestelar, ese que se encuentra entre las estrellas, ese que es tan delicado que si estornudas lo desaceleras.
Y de momento estoy haciendo las prácticas: texturas, colores, temperaturas, materiales inflamables, riesgos laborales... todo aquello que me sirva para entender mi trabajo y que me ayude a desear deseos concedidos por angelitos alados.
12 comentarios:
Anda que si vas por el cosmos y sientes que das consistencia a un deseo mientras miro por la ventana
Besos
yo sería otra buena candidata, dormir de noche no es lo mío...
besos
Me alegra, conseguir llegar al centro, eso intento.
Besazos
Pues...se te concedería, pero al dormirte se esfumaría...
Jejee, besos
Les hablaré de ti, seguro que eres buena compañera de trabajo.
;) besos
Seguramente lograrás las mejores texturas de ese polvo cósmico!!
Tomar todo que seguro algo mágico saldra!
Besos!
Ese es el objetivo, ya que hay que hacerlo, hacerlo bien.
Gracias!
Esperemos!!! Aprovecharé la oportunidad que se me da!
Besos
Me maravillas con tus palabras salidas de la mente de una poeta con ganas de ser amada
De alguna manera ya soy amada, no aspiro a más.
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