De la red |
Soñé que era pequeñita en edad, como ayer. Regresé a la ilusión por defecto, solo tenía que mirarme los pies descalzos y comenzar a moverlos.
Y ese movimiento te llevaba a cualquier sitio, desde a bosques encantados hasta a viajes submarinos. Lo que pasa es que decidí dar un rodeo para comprobar si había algún camino por los extrarradios más desfavorecidos. Siempre he tenido pies rebeldes, son capaces de lesionarse si no están cómodos o comienzan a oler en los momentos más inoportunos como verdaderos demonios.
Pero así, con su carácter prepotente, hemos ido caminando, saltando piedras, dando patadas y perdiendo uñas. A estas últimas, habitualmente, las reparo y las maquillo. Les encanta ser femeninas a ratos, me han confesado por lo bajini que se sienten orgullosas de los triunfos obtenidos y yo les contesto a gritos que el sentimiento de orgullo es mutuo y merecido.
Seguiremos soñando sueños infantiles, apostaremos al caballo perdedor, seremos pocos y quizá seniles, al fin y al cabo, no somos más que seres humanos buscando nuestra canción.
6 comentarios:
tienes unos pies maravillosos...
de esos que han sabido disfrutar de cada momento, haciendo de cada paso un universo
besos
Esperemos que las uñas se agarren a la realidad y sepan caminar elegantemente
Besos
La verdad es que no me puedo quejar, eso sí, con cicatrices. Lo fácil no es lo mío.
Besos.
Estamos practicando, mejoran de día en día.
Besos.
que perfecto escribes que bonita eres no tiene ni envidias ni celos te imagino muy bella
Una vez mas gracias por los piropos.
Besazos.
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