Él no tiene casa, es como el humo que detectas a distancia, se mete en tus pulmones y juega al veo veo en cada uno de tus rincones. De esta forma ha ido encontrando objetos perdidos, les ha puesto edad, estado civil, precio, nombre y apellidos.
Ella es como un río que se sabe dónde nace y dónde muere, de esos que forman meandros, dejan sedimentos y crean afluentes. Le gusta enraizarse sin quedarse, por eso necesita que las puertas tengan siempre las ventanas abiertas.
El humo se sublima una vez al día, el río se solidifica cuando él la avisa, juntos forman un pastel de chocolate y nata crujiente al que todos los ojos lo desean pero no se le puede hincar el diente.
No se sabe el por qué, qué los impulsa a ello o cuál es el fin. Los amigantes son parejas extrañas que normalmente no veis, pero por si tenéis curiosidad estad atentos, se sabe que el suceso siempre pasa a las seis y dieciséis.
13 comentarios:
Hasta el infinito y más allá...
Pase por aqui pero no encontré como seguirte
Muy críptico
Amigantes: amis en gante...
besos
...y más, y más...
Gracias por la visita. Lo de cómo seguirme, no sé decirte 🤷♀️
Ves, tú le encuentras sentido, jeje.
Besos
creo haberme reconocido en estas letras en alguna ocasión, aunque cada vez menos, porque ahora cada vez más me estoy volviendo asocial...
besos
Debe ser la edad, el entorno que no ayuda o una etapa. No dejes de vivir momentos intensos, de esos que te devuelven la vida.
Besos.
Las seis y dieciséis.... Bonito título..... Espero que estés bien.... Un saludo desde Murcia....
me has maravillado con el texto
beso
Todo en orden, esperando a que llegue la hora...
Saludo y abrazo virtual.
Si produce emoción, satisfecha me quedo.
Besos y más besos.
Nunca deja de sorprenderme la creatividad que tienes, también con las palabras.
Me ha encantado!
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